Ya no sabía que hacía de mi vida,
no era dueño de mi comportamiento.
Esperando ansioso tu mirada…
que era la dueña de este sentimiento.
Antes del cigarro y de la barra,
salir de noche, volver de madrugada,
bebiendo sin culpa en la farra;
ya era mía tu alma, aún no arrugada.
Destino infame, inescrupuloso, ruin,
todo una vida, años de querer huir.
Fantasía eterna que no tiene fin
encontrarte desnuda para poder vivir.
Amor inconsciente en noches de sudor,
mañanas vacías de robot a control.
Sueños sin censura, adentro tuyo
ardor
tu piel y la mía, la sombra de un
farol.
Besos, calor, fuego, pasión, ternura,
todo nacía y moría antes del
amanecer.
Sueños recurrentes, o dulce tortura,
se apoderan de mis noches, bella
mujer.
Desilusión persistente en mis años
cumplir el sueño de mi vida nefasta.
Consuelo o ilusión sin desengaños
cumplir el sueño de mi muerte me
basta.
Besarte en el pecho, sentirte en el
alma
sacarte la ropa, que te sientas
amada.
hacerte tan mía... encontrar la calma,
beber de tus labios, y verte
embriagada.
Escucharte nombrarme dormida,
Sentir tus manos en caricias
calientes,
apoderándote de mi cuerpo decidida,
estallándome en tu cuerpo ardiente.
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