Idealmente en Sociedad

UN HOMBRE QUE BUSCA SU LUGAR EN EL MUNDO


Aunque el terapeuta me lo había prohibido, mi jefe me decía que yo trabajaba de liquidador, y no me gustó, y con esa insatisfacción sobre mis hombros decidí cambiar mi vida; no quisiera vivir insatisfecho durante lo que me quede por vivir, por eso tengo que estudiar posibilidades, tengo que ver como vive el resto del mundo…  

Armé mi equipaje y me embarqué, no importaba hacia donde, lo único que importaba era que sea con destino a una sociedad distinta, y así, me encontré navegando durante un tiempo; en alta mar me di cuenta de que la tripulación de aquella embarcación también tenía un modo de vida distinto al mío, y por un momento la idea de vivir navegando me sedujo un poco, pero luego razoné que en esa forma de vida no había espacio para el arte, y ya no me gustó ¿Cómo voy a navegar constantemente sin asistir a un concierto en el momento en el que tenga ganas? Mejor sigo buscando… 

Al cabo de un mes de viaje anclamos en un puerto oscuro, lúgubre, triste, y me dio lástima, así que decidí desembarcar e investigar esta sociedad, tomé mi bagayo y caminé tierra adentro, las calles eran de tierra, de color rojizo, la lluvia la había transformado en barro, además tenía un aroma especial, por un lado aroma a hierbas en el amanecer, y por otro lado, un espantoso hedor a sangre vieja, lo cual era bastante inusual, y confuso. 
La gente me observaba con tristeza en la mirada, y yo sentía pena, llegué a la construcción más grande del poblado y, con una gran sonrisa, pedí hospitalidad, pero en un lenguaje absolutamente desconocido escuché unos poco amigables alaridos, lo que me hizo alarmar, y como me pareció que no fui bienvenido decidí continuar mi rumbo, durante horas caminé sin entender nada de lo que pasaba a mi alrededor, las mujeres con sus torsos desnudos lavaban sus harapos en un riacho, y los hombres, también semidesnudos, mostraban las presas que habían conseguido en sus cacerías y gritaban mientras se golpeaban en el pecho, sospecho que competirían entre ellos para cazar una buena presa, o simplemente una mejor que la de los demás; luego miré al cielo y traté de imaginar como sería mi futuro en un lugar así, y no se explicar muy bien el sentimiento que sentí, fue una mezcla de dolor y asco, por lo que mi primer reacción fue empezar a correr, y salí disparado hacia lo más salvaje de la selva. 
Por momentos sentía que me estaban observando, por momentos escuchaba nuevos sonidos, y por momentos sentía una ansiedad confusa, hasta que descubrí que estaba siendo acechado, al parecer, las bestias salvajes del lugar habían salido a almorzar, unos lindos felinos, grandes, con melena, de mirada simpática y respetables garras se estaban preparando para comerme, entonces muy lentamente emprendí mi marcha y de pronto una manda de gacelas muy tiernas me salvó el pellejo ocupando mi lugar en el almuerzo de los simpáticos felinos. 
Cuando ya no me respondían las piernas, dejé que mi cuerpo se desfallezca, y en ese momento una avioneta pasó muy cerca mío, con dirección al sol, y con más fuerzas corrí a su encuentro, al llegar al precario aeródromo, me cuidé de que nadie me viera, y tomé prestada la nave, después de volar un rato sentí que la avioneta era bastante liviana, y nunca me había imaginado que era tan fácil pilotear un aparatito de esos, hasta que al cabo de unas horas de vuelo, unos aviones muy ruidosos, de color verde, empezaron a volar muy cerca mio; en la radio se escuchaba que alguien intentaba decirme algo, también en un idioma desconocido parar mi, de pronto unos disparos me obligaron a bajar los alerones y traté de aterrizar, pero las flechas que me habían disparado al despegar, me habían dejado sin aire en las llantas, así que después de atravesar una densa y extensa nube de humo, no me quedó más remedio, que forzar el aterrizaje, no fue tan grave, después de estrellarme en esa calle en ruinas y en medio de un tiroteo salí disparado a refugiarme, entré en la única edificación que quedaba en pie, y exhausto me dormí, hacía mucho calor. 
Al despertar, estaba amordazado y atado a una silla, el baldazo de agua me vino bien, había transpirado mucho, y hacía días que no me podía bañar, pero ese aparato que chispeaba cerca mio, me hizo pensar que quizás esos felinos hubiesen sido más piadosos.
Se me retorcieron todos mis músculos, me salía humo de los rincones más inauditos de mi fisonomía, y todavía seguía sin entender lo que querían de mi, no entendí una sola palabra, así que le mandé un cordial saludo a la madre, la hija, la abuela, y toda la familia del que tenía el arma más grande, y al parecer eso si me lo entendieron, entonces uno de ellos se me acercó y me preguntó en mi idioma acerca de mi situación en ese condenado lugar, y después de que les expliqué como había llegado ahí, y que andaba buscando el tradujo a sus compañeros, y todos se rieron de mi, entonces me dieron agua, y decidieron dejarme ir, como hacía mucho calor me dieron un trago de agua, y me desearon suerte, al salir, el calor me quemaba en los ojos y apenas distinguía las ruinas a lo largo de a calle, de pronto sentí un silbido ensordecedor y nuevamente me quedé sin sombra, y sin nuevos amigos, y ahí reaccioné, no podía soportarlo, era demasiado para mi, podía aguantar cualquier cosa, pero quedarme sin sombra en medio de todo ese calor ya no lo pude soportar; miré al cielo por unos instantes y me imaginé un futuro triste, violento, y con mucho calor, definitivamente no podía vivir en ese lugar, entonces emprendí la marcha, y me embarqué en un muelle olvidado, atrás quedó la violencia, los gritos, la sangre, y los felinos hambrientos. 
Después de unos días dormido en el mar y con la boca reseca, una señorita muy rubia, de perfectas facciones, y con la belleza extra natural que sólo los ángeles pueden tener, me despertó tomándome suavemente de mi mano, nuevamente tuve problemas de comunicación, pero ella era hábil haciendo señas, y así pudimos empezar a comunicarnos, me llevó con ella a una cabaña, no muy lejos del mar, las liebres correteaban por el lugar y ella jugaba con casi todas las criaturas moradoras del bosque, parecía un lugar encantado, como en cuento de hadas, entonces tuve miedo de que apareciera alguna bruja malvada, pero ella me confirmó que ya no quedaban brujas cerca, y que las últimas habían sido quemadas varios siglos atrás, entonces me quedé tranquilo. 
Después de varios días comenzamos a aprender palabras de los idiomas que hablábamos cada uno de nosotros y nos pudimos entender mejor, por las mañanas yo salía a recoger leña, y ella amasaba junto al fuego, luego me preparaba un trozo de queso de cabra rebozado con harina de trigo y un vaso de vino, y en ese idioma indefinido me decía que eso me hacía fuerte y grande, lo que yo no entendía muy bien, porque ya era grande yo, pero igual no iba a discutir el desayuno que tan rico le salía, por otro lado, por las tardes, ella salía a recoger flores, y a lavar su ropa a la orilla del arroyo que llegaba hasta el mar que me había traído, y luego volvía a la cabaña a tejer o algo por el estilo, entonces pasó. 
La noche se presentaba tranquila, los lobos aullaban a la distancia, y el frío empezó a sugerir un abrigo, inusualmente, más, y ella parecía tener mucho frío, entonces me sugirió que caliente su lecho, y como por la tarde me había ido a bañar, no tuve problemas en complacerla, me encontré con que ella tenía la piel suave como la seda, pero fría, el aliento dulce, sus cabellos de oro maravillosos, y una silueta que se parecía al concierto brandenburgués, entonces las fuerzas de la química, y las leyes de la física, empezaron a actuar, hasta ese momento el significado de la palabra magnífico era algo que tan solo podía imaginar, y definitivamente era hermoso, ella me prometió amor eterno, y se rindió al sueño, parecía el lugar perfecto, todo era hermoso, por las noches se podía dormir plácidamente, y hasta despertarse era hermoso, imaginé mi futuro en ese lugar, y por momentos me pareció fantástico, pero igual tenía que seguir buscando, así que por la mañana, dejé una carta, tomé mi bagayo y marché. 
Después de caminar varias horas encontré unas vías de ferrocarril y decidí seguirlas hacia el este, mientras caminaba por las vías, recordaba los momentos que había vivido desde que decidí partir, y me di cuenta de que el mejor lugar había sido ese bosque donde vivía esa divina hembra de humana, pero igual tenía que seguir buscando, quizás encontraría un lugar mejor, y pensando, recordando, y caminando, llegué a un nuevo poblado, la estación de tren era antigua, así como las arrugas del boletero, había solamente dos personas esperando viajar, una esperaba el tren que se dirigía al oeste, y la otra esperaba el que iba al este, mi intuición me decía que dirigiéndome hacia el sol encontraría nuevos horizontes, y por otro lado hacia el oeste casi todas las sociedades son muy parecidas y no tenía mucho tiempo para perder así que sin dudas salté al vagón aquél escapándome del guarda que me reclamaba no se que cosa, ni en que idioma; en el viaje el paisaje desfilaba para mi, y me mostraba vegetación de la más diversa, y una fauna nueva para mis ojos, así como el relieve también me mostraba sus maravillas, en las alturas miles de aves, de muchos colores, y de distintos colores también, viajaban a mi lado en la ventanilla del tren, y por lo bajo, manadas de cosas que parecían equinos me saludaban al pasar, atravesando el río, unas bestias de aspecto simpático y feroz rugido asomaban sus ojos en la superficie el agua, y de pronto una bestia gigante con grandes orejas y un par de colmillos bastante respetables, tenían la cola corta, y la trompa larga, quizás sería una de esas bestias de la que los diarios hablaba antes de que yo partiera, de todas maneras, el viaje en tren fue de lo mejor de mi búsqueda, y hasta me entristeció tener que bajar de la formación cuando la vía se terminó, tendría que continuar mi viaje nuevamente a pie, nuevamente en un lugar desconocido, y nuevamente en compañía de mi ansiedad de encontrar ese lugar maravilloso que el mundo me iba a ofrecer para vivir en perfecta armonía por el resto de mi vida. 
Después de varios días de viajar sin detenernos, llegamos pues, a un lugar cálido, húmedo, y con gente simpática y pequeña, tenían sus ojos hacia los lados y las mujeres no miraban a los hombres a los ojos, y los hombres, aún con su escaso tamaño, no miraban amistosamente a los extranjeros a los ojos, pero aún así, con esa hostilidad sobre mi espalda, caminé tranquilo, a la vista de todos estos pequeños y simpáticos individuos, vi un mundo completamente distinto al de occidente, vi muchas cosas nuevas, a decir verdad, todo era tan antiguo que era completamente nuevo para mi, quizás solo esa antigua profesión femenina tan antigua; es decir, no podían ser mas peligrosos que aquellos felinos, ni tan salvajes como aquellos electrópatas, así que me adentré con calma, y hasta contento de llegar a un lugar nuevo y completamente desconocido, intenté comunicarme con uno de estos individuos y me dijo muchas onomatopeyas que no comprendí absolutamente para nada, después se acercó otro individuo que intercambió nuevas onomatopeyas con este y entre los dos se pusieron de acuerdo para llevarme con ellos, caminamos un rato y una edificación escalonada se nos presentó por delante, intenté llevar la cuenta de todos los escalones que subimos, pero al terminar la escalera no me alcanzaron los números o perdí la memoria, o algo más, porque no supe explicar ese número, pero igual tuve la esperanza de no tener que bajar. 
Cuando por fin estuve dentro de ese palacio, un individuo, mucho más pequeño, un niño prácticamente, susurró estas onomatopeyas a los otros dos, y luego aparentemente sonrieron, por lo que yo también lo hice, entonces me miraron y súbitamente se produjo un silencio, de pronto con un leve aplauso muchos más pequeños individuos llegaron a la estancia y me ataron de tobillos y muñecas a una caña de bambú, y entre cantos onomatopéyicos me llevaron en andas, pero ya había superado grandes riesgos y no me iba a desesperar por esta situación así que muy tranquilo iba camino a la selva en manos de estos pequeños individuos cuando un mono gigante apareció delante nuestro y todos corrieron despavoridos, incluso se olvidaron de que me habían dejado atado a la caña y me tiraron al suelo antes de correr, pero el animal resultó de lo más simpático y me dio de almuerzo la sopa en la que me iban a hervir a mi, inmediatamente después de saciar nuestro apetito me cargó y me llevó con él, desesperanzado ya con mis problemas de lenguaje ni siquiera intenté comunicarme con mi captor, pero ahora que había vencido mis mas feroces miedos, y había salido del problema de comunicación sin siquiera haber aprendido un lenguaje, continuaba mi camino hacia el destino con dignidad y en un nuevo viaje nos embarcamos, aunque esta vez era yo el equipaje. 
Entre las lianas y ramas más robustas emprendimos un camino vertiginoso que a cualquier ser le hubiese parecido por momentos peligroso, por momentos apasionante, o por lo menos excitante, y así cruzamos por un rato la humedad y el calor de la selva, hasta que llegamos a uno de los extremos, y nos detuvimos, de pronto lanzó un dejo de suspiro y desde el hombro de este ser pude ver que muchos más seres con características excesivamente similares se empezaron a acercar, un estrepitoso golpe en la espalda contra las hierbas me hizo dar cuenta de que nuestro viaje había concluido. 
Poco a poco el resto de estos seres comenzaron, olfatearme y examinarme minuciosamente con sus extremidades, y de pronto los machos se golpearon en el pecho, descubrí, entonces que había sido adoptado por una hembra de ojos muy lindos, que de inmediato me llevó con ella a comenzar con mi nueva actividad, para poder ejercer su nueva labor, en la rama de un árbol me dejó con uno de sus manjares más exquisitos, y mientras yo me alimentaba, esta hembra me daba de palmadas en mi cabeza, lo que me resultaba poco civilizado a la hora del almuerzo. 
Los días fueron pasando muy tranquilos, me costó un poco adaptarme a los paseos por las lianas, pero poco a poco me fui aprendiendo algunos trucos, por las mañanas me tiraba a nadar, luego descansaba en la copa de algún árbol hasta que los mayores traían alimentos, y después de algunas bananas y palmadas dormía con mucha paz en mi hamaca. 
La tranquilidad era absoluta, y aunque no me guste, tengo que confesarlo, no pertenecía a esa sociedad tampoco, aunque ya formaba parte de ella, hasta ese día; hacía mucho calor, y había mucha más humedad de lo normal, de pronto mi “madre” me levantó en sus hombros y empezó a correr, advertí que el resto del grupo también lo hacía, y de pronto un sonido ensordecedor me hizo entender como fue que el pecho de ese macho del grupo, se abrió de tal manera que dejó escapar parte de su salvaje corazón. En muy poco tiempo ya solo quedaban pocos primates en pie, pero estos furtivos se ocuparon de que esos pocos pasen a ser ninguno, y entonces fui “rescatado”, como estaba lleno de heridas, todas producto del escape, me dejaron en un improvisado hospital, donde me curaron todas las heridas, y me bañaron y vistieron nuevamente; en el hospital tuve tiempo para reflexionar, para pensar, para decidir, y como se trataba de algo sumamente importante, necesitaba tiempo, paz , y algunas hierbas que abundaban en la zona, así que reflexioné usando mis instintos, mis sentimientos, y práctico e influenciado raciocinio, cuando terminé de hacerlo, caí en la cuenta de que ya había conocido la sociedad en la que me sentía socialmente bien conmigo y con el resto de los individuos, y sin dudas era esa, aquella sociedad que me había acogido en su seno en aquél bosque mediterráneo, y decidí volver. 
En mi viaje de vuelta me imaginaba todas esas cosas que iba a poder hacer, y planeaba mi futuro en esa sociedad tan hermosa, durante todo el camino de regreso soñé con mi futuro y me despertaba con una sonrisa en los labios, por lo que el viaje se hizo mucho más corto así que cuando llegué vi unos hermosos niños que jugaban alrededor de la cabaña, al sentir el aroma a pan recién horneado me sentí en mi lugar, mi hogar, abrí la puerta, y entonces ella, con la silueta que ahora parecía “La cabalgata de las Walkirías” me observó sorprendida, y ese montañés agarró una escopeta y disparó, con tan mal puntería que llenó de agujeros la estufa; en el idioma que habíamos inventado le pregunté que hizo con la promesa de amor eterno que me había hecho aquella noche y ella me contestó que aún me amaba, pero ahora era la mujer del barbudo montañés, entonces me sentí estafado, defraudado y con desesperanza, había sido engañado como un niño, y como dicen que los criminales siempre vuelven al lugar del hecho, no me quedó más remedio que rendirme y resignarme, volver al mundo cruel que me vio nacer. 
Y entonces me quedé sin sociedad, otra vez a la crueldad de ser el triste liquidador urbano, me pregunté muchas veces como pude llegar a esa catastrófica situación y nunca tuve una respuesta concreta, quizás si, muchas abstractas, pero escuché que vivimos en el plano de lo concreto, y ahora ya tengo canas, todavía no encontré mi lugar en el mundo, intenté revisar el archivo de mi memoria para comprobar que no lo había encontrado, porque quizás ya lo había hecho y no me di cuenta, así comprendí que mi mayor satisfacción en sociedad fue por poco tiempo en distintas oportunidades, y no puede ser que no exista una sociedad en la que no sienta insatisfacción, tiene que existir una en la que lo ideal no sea una utopía, pero no se tuvo noticias de ninguna en la que lo social no se involucre con lo natural, y como puedo vivir en una sociedad que se rige de normas y reglas que fueron creadas por humanos sociales, y desde hace siglos que el sistema este de las normas comprobó que no funciona. 
En mi sentido más optimista, puedo agregar que la sociedad ideal es aquella que fue maravillosa por un simple momento, por una ínfima cantidad de tiempo, y fue tan frágil, tan suave, tan ideal, que no pudo desarrollarse por completo, y se evaporó de tan solo nombrarla, la sociedad ideal es un concepto que lo único que provoca es vivir ese recuerdo ínfimo, y no se puede vivir del recuerdo porque la inercia es infinita, quizás, la sociedad ideal para algunos terrícolas, sea esa en la que se puede negociar lo que se resigna y lo que no, pero no puedo darme ese lujo de resignar nada. 
El sacerdote del templo al que yo asistía de pequeño siempre me explicaba cuando los medios cuestionaban la religión, que el lugar lo construye uno mismo, que son los que interactúan los que lo construyen, pero ser parte de una raza autodestructiva es muy complicado para mi, y aunque lo intenté no pude ser feliz con la idea de ser liquidador, aunque el terapeuta me lo hubiese prohibido. 
El viaje de regreso se hizo más corto, llegué al punto de partida, tengo que encontrar algo para hacer que me haga feliz y tengo que conseguir trabajo, pero es tan difícil, que acabo de entrar en mi primer crisis laboral. 

Comportamiento Humano Volúmen 0.7

EL TIEMPO, ¿MITO O VERDAD?



Solo una estrella: porque las demás ya se han ido a dormir, solo una estrella me acompaña, porque las demás ya se han ido, pero yo no, hace muchos años que dejé de mirar el reloj, y hoy no lo voy a hacer, porque no, porque hace mucho que dejó de importarme la hora, y seguramente se detuvo aquél día, ese maldito día, que tampoco existe porque lo borré de mi calendario, no me acuerdo si hacía frío o hacía calor, no me acuerdo si fue de noche o fue de día, la cuestión fue que estaba ella con ese vestido... bueno, no me acuerdo de que color era, es extraño, no recuerdo los colores, bueno, quizás no haga diferencia en mi relato, como decía, estaba ella con su vestido (¿?) y estaba yo, en aquél entonces tenía a mi perro, que su nombre era…, se me olvidó, bueno mi perro entraba en ese momento, eso quería decir que ella vendría detrás, así que hice todo lo que pude, lamentablemente no fue suficiente, ella acababa de traspasar el portal, se sacó sus botas de cuero de víbora, y caminó hacia la heladera, abrió dos cervezas, y entonces escuchó algo, bebió un trago, tomó un cuchillo y caminó muy sigilosamente hacia la habitación, dejó su sombrero en el camino, y sus pies descalzos pisaron desafortunadamente un copa rota, y aguantando su dolor se recayó un minuto en la alfombra, mi perro comenzó a ladrar, y su sangre viajó a través de alfombra, como un río caudaloso, entonces me di cuenta, tomé mi revolver de debajo de la cama y me escondí detrás de la puerta, mi perro asomó su hocico y ladraba insistentemente, ella se armó de valor, se puso de pie y entonces encontró más armas, con una sonrisa, como solo ella podía tener, arrojó la cartuchera por la ventana, con todas las balas, bebió otro trago, pero esta vez más largo, se desabrochó la camisa, su corpiño también estaba desabrochado, el perro seguía ladrando, el calor me hacía transpirar, y no sabía con lo que me podía encontrar, en la cabaña la temperatura era muy inferior a la que había afuera, pero yo continuaba transpirando, y mi perro, mi perro continuaba ladrando, entonces hice un gesto, que acompañé con un sonido en señal de tranquilidad, y fue cuando ella entró en el dormitorio, se quedó un instante sin moverse, observando la cama, agachó la cabeza, cobró valor y se arrebató sobre ella, entre gritos y forcejeos y mi perro que continuaba ladrando, cerré lentamente la puerta y le disparé, el perro paró de ladrar y un grito me dijo -¡Es mi hermana! ¡La mataste!- comprendí entonces lo que había hecho, no solo la había engañado con su hermana, sino que también la había matado, no pude resistir la rabia y maté, entonces a su hermana también, maté al perro y luego disparé a todo lo que hacía ruido, como ese reloj... prendí fuego el lugar, nunca pude olvidar aquello, pero ahora no puedo recordar como salí de allí, solo se que desperté si perro, sin mujer y sin cuñada, cuando quise saber la hora me encontré con que el reloj había recibido un disparo y nunca supe lo que había pasado, hasta hoy, que descubrí todo, gracias a una pregunta que me hicieron - ¿Por qué nos mataste? Supongo que serían sus fantasmas, pero como abrí los ojos y no vi nada, comencé a recordar, ahora que se lo que hice, también se porque mi reloj tenía un disparo, a mi también me persiguieron y me mataron por todo el mal que les había causado a aquellas hermanas, y ahora soy solo una sombra, que vaga eternamente por un perdón y una venganza, porque me arrepiento y les pido perdón hermanas, y mi perro que nunca lo hará, continua persiguiéndome, ahora se debe estar acercando, pero ya poco me importa, como decía, no se la hora, seguramente es hora de morir.
NOTA: Este artículo llegó a nuestra editorial la semana pasada, con un certificado de autenticidad firmado por un escribano, nos asustamos mucho cuando reconocimos la firma del articulador. Hoy nos llegó otro artículo.        

El Editor





La espera

LA OBRA MAS LEÍDA EN EUROPA Y SUR DE AFRICA



Él era, o pretendía ser un joven poeta fértil, de noble corazón y fiel a sus instintos, transcurría su vida fielmente hacia donde sus versos lo llevaran, de corazón en corazón, de copa en copa, de sentimientos en sensaciones; poseía la fortuna más grande de todos los afortunados, la alegría de su corazón, la alegría que le daba la esperanza de saber que un día encontraría a la musa que desde algún rincón le inspiraba todos esos versos que él le dedicaba con fascinación, la esperanza de ver, quizás, algún día, a aquella musa le hizo transformarse en un verdadero soñador, así fue como se transformó él en el poseedor del más romántico y sensible corazón, de todos los corazones, de todos los tiempos.
Cuando su estómago le reclamaba con esa triste música el alimento, él lo silenciaba con los sueños de su alma, y los versos nuevos que escribiría, cuando el viento de invierno soplaba muy fuerte, él cambiaba la dirección para no ser arrastrado, y pretendía que iba hacia donde la vida lo llevara, el frío le servía para aliviar el calor de su corazón, pero le congelaba sus dedos y no podía escribir, entonces procuraba soñar con esa semidiosa que él esperaba encontrar; pero no existía el tiempo en su vida, era lo mismo el día o la noche, a veces soñaba despierto, y a veces soñaba durmiendo, para él, lo más importante era soñar y esperar; en la estación de trenes; pasó largo tiempo escribiendo en el andén, escribía los versos que le regalaría a esa semidiosa que el tren le traería, así esperaba a cada arribo con ansiedad, encontrar a esa dueña de sus versos que se bajaría del tren y lo llevaría ahí adonde las semidiosas moran, para transformarla en suya, su semidiosa personal, y regalarle todos esos versos que ella le inspiraba, y que a su vez le inspiraría por el resto de su vida; su juventud transcurrió en esa estación, los años pasaron, vinieron nuevos tiempos, y con los cambios que estos traen, así cambió, y evolucionó el resto del mundo.
Repentinamente…una guerra comenzó y los trenes constantemente traían nuevas almas, pero la semidiosa no llegaba, y por las noches cuando se escuchaba el estallido tan cercano de las bombas sobre la ciudad, él en el andén suspiraba y temía por la seguridad de su semidiosa, el ruido atroz de las balas que se repetía constantemente y el dolor de la gente que corría cada vez que se baja del tren, lo hacía sentir tan triste, que con lágrimas en los ojos escribía nuevos versos, y más versos, la guerra acabo y la semidiosa no llegaba, pero después de toda la violencia que ya había vivido,  la crisis post guerra asolaba la región, la gente empobrecida y los trabajadores insatisfechos del ferrocarril, iniciaron un paro de actividades, la gente gritaba por las calles alzando sus pancartas, pidiendo por su seguridad y su trabajo, y los trenes inmóviles en la estación. Esto hizo estremecer al joven, que pretendía ser un poeta fértil, y la desesperación que tenía porque se normalizaran los servicios, para que la semidiosa pudiera llegar, le hacía sufrir su noble corazón… y con frecuencia se escuchaban sus lamentos en los baños de la estación.

La crisis poco a poco fue cesando y los servicios se fueron normalizando paulatinamente, así el volvió a su lugar, el banco de madera del andén, el puesto de espera, el lugar donde la semidiosa debería encontrarlo, así fue como un día de lluvia torrencial alguien lo observó detenidamente y el quiso saber a que se debía la mirada tan profunda de esta persona, y se miró en un charco que había en el andén, se dio cuenta de que empezaban a asomarse canas a su cabellera, y enseguida pensó que la semidiosa quizás no lo reconocería, así fue que se hizo de un sombrero, que alguien había olvidado en un vagón. Pero los años transcurrían y se llevaron su juventud, y así como él se fue desgastando, también, se desgastaron sus vestiduras, y no era propio de un joven que pretendía ser un poeta fértil esperar a una semidiosa mal vestido, entonces empezó a buscar en las maletas olvidadas nueva ropa, se probó un traje, un frack, un smoking, y varias prendas más, hasta que se armó de un vestuario propio de su condición, la de un joven que pretendía ser un poeta fértil.
El tiempo seguía transcurriendo y la modernización también le llegó a la estación, lo que antes era oscuro y antiguo comenzó a transformarse en algo moderno, con muchas luces, por todos lados, nuevos carteles y señalizaciones, con molinetes y muchas nuevas cosas, pero a el le llamó la atención la boletería, estaba acostumbrado a esa ventanilla angosta y los simpáticos bigotes del boletero, y a su lado todos los horarios de llegada y salida de los trenes, ahora se encontraba frente a una ventanilla amplia y con un boletero uniformado que le parecía extraño, y unos espejos a los costados, en los que, frustradamente descubrió que su barba estaba desprolija, enseguida se acordó de que su semidiosa estaba por llegar, y no era conveniente que lo encontrara con barba porque quizás no lo reconocería, entonces volvió al andén, a seguir esperando, pero ese día ella tampoco llegó, aprovechó la ocasión para buscar entre las valijas olvidadas una buena navaja para poder afeitarse y estar presentable como corresponde para una semidiosa, pero no todo el mundo llevaba las navajas de afeitar en las valijas, así que tuvo que esperar unos meses hasta encontrarlas, pero si había alguien en el universo que sabía esperar, era ese joven, que pretendía ser un poeta fértil.
Cuando estuvo presentable para que el tren le trajera a esa semidiosa se dio cuenta de que ella tardaba un poco y se preocupó, pensaba que quizás le había pasado algo en el viaje, pero luego razonaba que a una semidiosa como la suya nada malo podía ocurrirle, pero ella seguía tardando y el seguía preocupado, pensaba que si no le había ocurrido nada, entonces había algo más importante que la hacía tardar tanto y más se preocupaba por ella, así sus versos empezaron a entristecer, pero pese a todo él continuaba en el andén esperando por ella, más tarde pensó que ella podía tener un largo viaje y quizás podría dormirse en el vagón, probablemente por esto es que se bajaban todos del tren excepto ella, entonces empezó a revisar todos los vagones, y revisaba también los camarotes, día a día revisaba todos los vagones, pero nunca encontraba a la semidiosa, y los pocos dormidos que si encontraba eran sometidos a un breve cuestionario, les preguntaba desde donde venían, cuantas horas había viajado, si el viaje había sido cómodo, le preguntaba si le hacía falta algo al servicio, pero todos aseguraban una cosa, no haber visto jamás una semidiosa en el viaje, algunos notaban como se transformaba la mirada de aquél, que pretendía ser un poeta fértil y decían que quizás no la habían reconocido, o que no habían prestado demasiada atención a los demás pasajeros.
Un día mientras estaba sentado en el banco de madera del andén, algo le llamó la atención y se volteó para observar, pero no vio a nadie, ni nada que le hiciera sospechar, entonces una leve brisa de ansiedad le hizo pararse y caminar hasta el hall central de la estación, quizás había sido un llamado del tiempo, mientras caminaba observando todo el movimiento de la estación, se detuvo en la boletería y al quedarse enfrentado con aquellos espejos vio que sus ojos estaban arrugados, y se dio cuenta de que ya no era un joven, pero igual pretendía ser un poeta fértil, que esperaba a la semidiosa, pensó que ella estaba tardando demasiado, y nuevamente volvía a pensar en todas esas especulaciones que se formulaba cuando descubría que el tiempo transcurría, pero estaba comenzando a impacientarse ya y lo único que lo tranquilizaba era ir a esperar a ese banco del andén y escribir versos para su amada, así había escrito ya miles de versos, al principio eran inocentes versos de amor, luego fueron versos de amores ausentes, más tarde escribió versos de amores trágicos, también escribió versos de amores enfrentados, versos de amores que el tiempo separa, versos de amores desencontrados, versos de amores en soledad, versos de amores modernos, versos de amores viajeros, versos de amores en el tren, y miles más, miles de versos, y los guardaba en un viejo bolsón que alguien se había olvidado en la estación, siempre lo llevaba a todos lados con él porque ese bolsón contenía lo que le iba a regalar a su semidiosa, entonces lo protegía como si fuera un tesoro, a veces sacaba sus viejos manuscritos arrugados y amarillos y se ponía a leer y a recordar los años de su juventud, pero muchas veces se quedaba sin papel para escribir y usaba las paredes de la estación, de los trenes, y casi todo lo que fuera plano, así toda la estación estaba llena de versos, de ése, que pretendía ser un poeta fértil. Sucedió una noche en la que decidió ir a buscar todos sus manuscritos y sentarse a leer en el banco del andén y mientras leía, un tren atrasado llegó a la estación, se detuvo en su lectura para observar los pasajeros que bajaban y la semidiosa no aparecía, entonces subió al tren cuando ya no bajaba nadie más, y caminó por los vagones esperando despertarla y darle su regalo, pero los asientos se iban acabando y en los camarotes ya no había nadie, la desilusión cada vez se iba acrecentando más, pero él no dejaba que lo venciera y luchaba con su corazón para no perder las esperanzas, pero no encontró a nadie en ese tren, no se quedó conformé y volvió a revisar el tren de punta a punta, y cuando estuvo seguro de que ella no estaba, se sentó al lado de la ventanilla y se puso a observar las estrellas y a imaginarse el encuentro con la dueña de todos sus versos, pensaba que quizás ella también estaría observando las estrellas, pensaba que también ella querría estar con él, pensaba que quizás ella anhelaba los versos que el la había escrito, y finalmente abatido se quedó dormido.
Mientras estaba dormido, soñaba con la felicidad que le produciría haber transcurrido toda su vida escribiendo versos, y haber estado esperando en la estación para encontrar a su semidiosa, y la felicidad que le produciría también a ella ser la dueña de tan nobles versos, soñaba con los versos que no había escrito, y que escribiría bajo la luz de la luna al lado de su semidiosa, soñaba con la alegría que le darían sus versos a ella, soñaba con tantas ganas que movía su mano como si estuviese escribiendo, soñaba con tanta felicidad que su labios sonreían, soñaba y no paraba de soñar, ella le daría el título de poeta por todo el trabajo que él había realizado durante toda su vida.
Cuando salió el sol, la luz empezó a molestarle y se despertó, lleno de felicidad por el sueño que había tenido, sonrió, se desperezó y notó que el tren se movía, y que los paisajes quedaban atrás por la ventanilla, de repente su corazón se paralizó, se había quedado dormido en ese asiento y el tren había arrancado, pero él tenía que estar en ese banco esperando a su semidiosa, se desesperó, le brotaban las lágrimas y los nervios le hacían temblar, quería tirarse del tren y volver corriendo a su puesto de espera, los pasajeros trataban de calmarlo y lo agarraban para que no se tire, él preguntaba cuanto hacía que venían viajando, y pedía que lo dejen tirarse, les explicaba que debía esperar a su semidiosa en el andén, que si ella llegaba y no lo encontraba él se desesperaría, que era la mayor catástrofe que podía ocurrirle, pero el guarda del tren y los pasajeros lo dejaron bajarse cuando llegaran a la próxima estación.
El mundo se le derrumbaba, no sabía si había perdido la oportunidad de encontrar a la propietaria de sus versos, el corazón se le desgarraba, los nervios le hacían estremecerse, las lágrimas no lo dejaban ver nada a su alrededor, y no podía controlar la desesperación, sentía ganas de gritar con todas sus fuerzas, pero no podía, sentía que su vida estaba perdida, que ya no había posibilidades, sentía que todo había acabado para él, solo con su bolsón y su frustración se  encontraba en el estribo del tren, custodiado por algunos pasajeros, y el guarda que lo sujetaba para que no cometa alguna locura, el aire del campo fue secando sus lágrimas, y así pudo ver como todos sus sueños quedaban atrás, vio la vida irse, vio todos esos años perdidos, sintió que perdió todo lo que tenía, y mientras observaba los paisajes quedar atrás, el tren fue bajando la velocidad, empezaba a oscurecer, y entraron a una vieja estación que el tiempo había olvidado, lejos estaba de su banco de madera del andén, con su bolsón en el hombro y sin sus ilusiones.
El tren detuvo su marcha, la vieja locomotora, hizo un silbido agudo, y con todo el peso del dolor, ese poeta que pretendía ser fértil, bajo del tren, nadie más bajó, solo él y su desesperación, al apoyar el pie en esa estación sintió que su vida ya no tenía sentido, miró todo a su alrededor; vio alejarse el tren, y lo maldijo por su maldad, en la estación todo era antiguo, no había nadie, por ningún lado, solo había un andén, el piso era de pequeños caracoles de vaya a saber uno donde, todo estaba pintado de color anaranjado con detalles en azul, delgadas columnas sostenían un cobertizo de tejas azules, no tenía idea de donde se encontraba, la desesperación le hizo perder la orientación, y suponía que estaría en algún pueblo bien alejado de alguna provincia bien alejada, cuando empezó a sentir el efecto del invierno crudo provincial, decidió caminar, intentó buscar información acerca de donde se encontraba, pero el nombre de la estación, no lo conocía, no había tampoco información de los horarios de los trenes, parecía una estación realmente olvidada, pero hacía cada vez más frío, caminó para refugiarse un poco, pero en un lugar alejado y desconocido, tan desierto como esa estación, es difícil encontrar refugio, se sentó en un banco de madera anaranjado a esperar que el tren vuelva a buscarlo, para ir otra vez a esperar a su semidiosa, pasó unos instantes temblando en ese banco, mientras el viento soplaba con todas sus fuerzas, la noche oscura se oscureció aún más, solo había un farol encendido en esa vieja estación.

Después de un momento de mucho viento, el cielo empezó a despejarse, empezaron a verse algunas estrellas, el viento se fue a dormir de a poco, pero el frío no, él miraba las estrellas y se le caían algunas lágrimas, y en el silencio lejano provincial sintió unos pasos que se aproximaban, luego, de a poco, comenzó a observar una silueta que se acercaba, era una mujer delgada, de aspecto tímido, vestida a la época, él no se movió para nada, pero la veía venir, ella pasó a su lado y notó que ese poeta que pretendía ser fértil temblaba de frío, pero siguió sus pasos, abrió una pequeña ventanilla de la estación, recogió un sobre, y volvió caminando hacia donde él temblaba, un poco de nervios y un poco de frío, ella lo miró, y el también a ella, la señorita saludó cortésmente con un movimiento de cabeza, y entonces el le preguntó como se llamaba ese lejano pueblo, ella se sorprendió, pero sin temor se sentó a su lado, él se sintió un poco incómodo, entonces ella le explicó con detalles donde se encontraba exactamente, luego él le preguntó a cuantas horas de viaje en tren se encontraba, y ella le explicó que depende del tren, porque hay uno que tarda más que otro, y que el que tarda menos también pasa menos veces por ahí, ella, entonces, le pidió que por favor le explique a que se debían sus preguntas, entonces él tomó aliento y le dijo que el estaba esperando a alguien en el andén, y que como ese alguien no llegaba se subió al tren a verificar la ausencia, y se quedó dormido accidentalmente, y por eso se encontraba perdido, ella sonrió inocentemente, pero a él de repente le cambió su semblante, y ella al notarlo se puso seria nuevamente, luego él sonrió, se había dado cuenta de algo muy particular, ella también lo hizo, y empezaron a charlar, de a poco su corazón empezó a apaciguarse, los nervios empezaron a ceder, y la compañía de esa mujer le había servido para calmar su desesperación, la noche empezaba a terminar, se veía desde lejos, en el horizonte como empezaba a llegar el sol, las aves de la estación se despertaron y empezaron a cantar sobre las tejas, y pronto se empezó a poblar la estación, los viajeros los observaban a ellos dos detenidamente y murmuraban, pasó un vendedor ambulante y ellos le pidieron café, pero él ingenuamente revisaba sus bolsillos hasta que se acordó que nunca había tenido monedas en ellos, entonces la señorita invitó el café de los dos, pronto notaron a toda la gente en el andén, y se dieron cuenta de que hablaban de ellos, entonces, ella le explicó que en ese pueblo, es normal que murmuren cosas de una persona que hable con un extraño, a esas horas de la madrugada, y él tímidamente quiso pedir disculpas por comprometerla… el suelo empezó a temblar, era el tren que se aproximaba, la gente preparaba sus valijas para cargarlas en su viaje, y él se paró para emprender el regreso, pero ella reaccionó, ya no eran extraños, después de todo, habían pasado casi toda la noche hablando, pero no se habían presentado, ella se lo recordó y él le dijo tímidamente que ya se conocían, y ella decidida le confesó el gusto que había tenido de haber hablado con él, en ese banco, se saludaron mientras el tren se detuvo en la estación y entonces ella le dijo “A propósito, mi nombre es Erato”.


Comportamiento Humano volumen 0.6




LOCURA Y GENIALIDAD

La noche está estrellada: y afuera el aire huele a jazmín, por la tarde estuvo lloviendo, y la humedad en la tierra hace que mis pasos sean más suaves, es demasiado lindo estar aquí afuera, pero tengo que entrar, y no puedo resistir la tentación de quedarme una noche más, solamente el aire puro, la luna y yo, ahí adentro hay algo bueno, algo que quema, algo que se mide tanto en litros, como en graduación, no está del todo mal, se que si entro este instante ya no volverá, y es tan bueno que no quiero perderlo, probablemente me quede aquí, pero el viento seca mis labios, necesito entrar, quizás cuando la luna vuelva a esconderse, entre, siento el aleteo de los insectos a mi alrededor, siento los pasos de las hormigas por entre mis pies, el viento roza mi alma, la luz de la luna se refleja en este charco, los grillos musicalizan este concierto, las ranas hacen los coros, aullidos, las nubes van y vienen, de pronto se abren, de pronto se cierran, cuando se abren, estrellas se caen, cuando se cierran la oscuridad se prende y un mundo mágico invade mis sentidos, me atrapa y me hipnotiza, un reloj que no se escucha, un calendario vacío, a mi lado se abre un camino, yo me sumerjo aún más y lo transito, al cabo de unas horas encuentro peregrinos, las damas lavan sus ropas allí a la orilla del riacho, jinetes apurados, y la despreocupación de sus caballos marcan mis pasos, ahora las trompetas anuncian una entrada triunfal, me acerco y en las puertas de palacio un gracioso guardia me saluda cordialmente y me invita a la celebración, el flamante monarca está festejando la cosecha, los campesinos se mezclan en la algarabía, con él, todos bailan, y muy felices comparten sus copas, el más humilde campesino, y el más noble de la corte están allí, nada les preocupa más que festejar, como espectador o como participante festejo con ellos, las doncellas me saludan al pasar y las ancianas me guiñan sus ojos en complicidad de mis picardías, de pronto la lluvia vuelve y trae con ella mucha más alegría, las gotas en mi rostro me hacen perder la noción, el tiempo, el lugar, y este encanto y esta fiesta, la noche está estrellada, porque las nubes se abrieron una vez más, otra estrella acaba de caer es muy probable que esa estrella haya sido mía, porque ahora el encanto comienza a desaparecer, mis pasos se sienten pesados, el aire ya no huele a jazmín, siento algo que sube dentro mío, es imperativo que llegue adentro, el charco hace que mis pasos se pierdan en un tropiezo, me arrastro pero la desesperación me hace perder el equilibrio, intento levantarme, una y otra vez, los insectos zumban en mis oídos, una estrella se me viene encima me vuelvo a desesperar, comienzo a gritar, nadie me responde, lágrimas acuden a mis ojos, y no consigo ponerme en pie, las hormigas recorren mis manos y todo mi cuerpo, los grillos y las ranas me atormentan con ese endiablado sonido, en medio de este silencio nocturno y de mi soledad, la luz está por aplastarme, me incorporo y emprendo mi camino hacia adentro, pero la lluvia me golpea cada vez más, con un último esfuerzo, me arrojo adentro, me quedo un instante en el piso, y observo mi fortuna al ver como esa estrella, impacta con el maldito charco, respiro un segundo, me doy vuelta y a mi espalda quedó la ventana cerrada, la que una vez fue la salida, y hoy se convirtió en entrada, me pesan mis pasos pero no desisto, solo unos cuantos pasos más, y mi alma encontrará la paz, pero ahora, ahora que estoy adentro encuentro todo vacío, y más lágrimas acuden a mis ojos, empiezo a contener mi desesperación, hasta que por fin encuentro unas gotas, unas pocas, son suficientes para calmarme, pero necesito más, necesito unas copas que me devuelvan mi ser, en algún lugar dejé una botella.
La noche está estrellada: y afuera el aire huele a jazmín, por la tarde estuvo lloviendo, y la humedad en la tierra hace que mis pasos sean más suaves, es demasiado lindo estar aquí afuera, pero tengo que entrar, y no puedo resistir la tentación de quedarme una noche más, solamente el aire puro, la luna y yo, ahí adentro hay algo bueno, algo que quema, algo que se mide tanto en litros, como en graduación, no está del todo mal, se que si entro este instante ya no volverá, y es tan bueno que no quiero perderlo, probablemente me quede aquí, pero el viento seca mis labios, necesito entrar, quizás cuando la luna vuelva a esconderse, entre, siento el aleteo de los insectos a mi alrededor, siento los pasos de las hormigas por entre mis pies, el viento roza mi alma, la luz de la luna se refleja en este charco, los grillos musicalizan este concierto, las ranas hacen los coros, aullidos, las nubes van y vienen, de pronto se abren, de pronto se cierran, cuando se abren, estrellas se caen, cuando se cierran la oscuridad se prende y un mundo mágico invade mis sentidos, me atrapa y me hipnotiza, un reloj que no se escucha, un calendario vacío, a mi lado se abre un camino, yo me sumerjo aún más y lo transito, al cabo de unas horas encuentro peregrinos, las damas lavan sus ropas allí a la orilla del riacho, jinetes apurados, y la despreocupación de sus caballos marcan mis pasos, ahora las trompetas anuncian una entrada triunfal, me acerco y en las puertas de palacio un gracioso guardia me saluda cordialmente y me invita a la celebración, el flamante monarca está festejando la cosecha, los campesinos se mezclan en la algarabía, con él, todos bailan, y muy felices comparten sus copas, el más humilde campesino, y el más noble de la corte están allí, nada les preocupa más que festejar, como espectador o como participante festejo con ellos, las doncellas me saludan al pasar y las ancianas me guiñan sus ojos en complicidad de mis picardías, de pronto la lluvia vuelve y trae con ella mucha más alegría, las gotas en mi rostro me hacen perder la noción, el tiempo, el lugar, y este encanto y esta fiesta, la noche está estrellada, porque las nubes se abrieron una vez más, otra estrella acaba de caer es muy probable que esa estrella haya sido mía, porque ahora el encanto comienza a desaparecer, mis pasos se sienten pesados, el aire ya no huele a jazmín, siento algo que sube dentro mío, es imperativo que llegue adentro, el charco hace que mis pasos se pierdan en un tropiezo, me arrastro pero la desesperación me hace perder el equilibrio, intento levantarme, una y otra vez, los insectos zumban en mis oídos, una estrella se me viene encima me vuelvo a desesperar, comienzo a gritar, nadie me responde, lágrimas acuden a mis ojos, y no consigo ponerme en pie, las hormigas recorren mis manos y todo mi cuerpo, los grillos y las ranas me atormentan con ese endiablado sonido, en medio de este silencio nocturno y de mi soledad, la luz está por aplastarme, me incorporo y emprendo mi camino hacia adentro, pero la lluvia me golpea cada vez más, con un último esfuerzo, me arrojo adentro, me quedo un instante en el piso, y observo mi fortuna al ver como esa estrella, impacta con el maldito charco, respiro un segundo, me doy vuelta y a mi espalda quedó la ventana cerrada, la que una vez fue la salida, y hoy se convirtió en entrada, me pesan mis pasos pero no desisto, solo unos cuantos pasos más, y mi alma encontrará la paz, pero ahora, ahora que estoy adentro encuentro todo vacío, y más lágrimas acuden a mis ojos, empiezo a contener mi desesperación, hasta que por fin encuentro unas gotas, unas pocas, son suficientes para calmarme, pero necesito más, necesito unas copas que me devuelvan mi ser, en algún lugar dejé una botella.


Nota: En tu memoria, nunca te olvidaremos, los muchachos de siempre. 

Valor Universal




FIN DEL MUNDO EXTINCIÓN DE LA RAZA HUMANA




Sistema Solar, tercer planeta, fecha espacial improbable 

Sr: Supremo Padre, Supremo Concejo, queridos hermanos 
Presente 

Eran un pueblo inocente, tenían muchas convicciones, y creían que podían con muchas cosas, les resultaba placentero esclarecer grandes problemas, para todo tenían una manera de simplificar las cosas, decían que eran prácticos, por esto fue que empezaron a dividir, así, todo tenía un límite, ellos dividían todo. 
Parecía que las divisiones les servían para poder vivir, así sus límites, se fueron desarrollando cada vez más, y creían en locuras como la organización, incluso, del tiempo; inventaron los ciclos, y el tiempo se medía en segundos, minutos, horas, días, semanas, años, lustros, décadas, y si gozaba de buena fortuna quizás algún individuo podía conocer el siglo, era gracioso como llamaban a todas estas cosas, el asunto de dividir todo es asombroso, para los días tenían nombres de antiguas divinidades, de planetas… y así la semana empezaba el día domingo, el día del sol, su principal estrella, pero no tenían la capacidad de organizar bien esas divisiones, ya que los siguientes días no tenían relación con el alineamiento verdadero de cada uno de estas divinidades o planetas, ni siquiera por orden alfabético, pero muy graciosamente ellos creían que dividiendo tenían todo controlado. 
Incluso inventaron lenguajes, que se usaban solamente en alguna región, pero en la región vecina debían hablar otro lenguaje, también, como decía, inventaron sus creencias, y así fue que se separaban los seguidores de alguna creencia, y se enfrentaban con los seguidores de otras creencias, pero creo que hay algo raro en todo eso, ya que todas las creencias dicen que provienen de un mismo principio, y se esforzaron tanto en separar todo, para mantener sus vidas controladas, que esas separaciones provocaron enfrentamientos muy crueles, pero estos crecieron de tal manera que ellos inventaron artefactos a los que llamaban armas, que servían para matarse entre ellos, y matándose creían que defendían sus límites y divisiones, y separaciones, lo que era la base de su organización. 
Se separaban incluso hasta por género, las mujeres creían que podían vivir sin hombres, y los hombres creían que podían vivir sin mujeres, y así la sociedad se fue modificando y lo que ellos llamaban civilización estaba compuesta por hombres, mujeres, mujeres-hombres y hombres- mujeres, que se llamaron homosexuales, cosas increíbles hicieron para dividir todo; inventaron juegos porque necesitaban divertirse y ejercitarse físicamente, a los que también dividieron, así un equipo se enfrentaba con otro y ambos competían entre si, pero estos equipos se enfrentaban y además había varios simpatizantes de estos equipos que se enfrentaban, pero sin el juego, y con el tiempo empezaron a enfrentarse con armas también. 
Todo estaba dividido, absolutamente todo, ellos así podían organizarse; y así, todas estas separaciones y enfrentamientos armados, influyeron en las relaciones en las que interactuaban unos con otros, y los que salían favorecidos en los enfrentamientos se fortalecían cada vez más, hasta que hubo un momento en los que un grupo era el que influenciaba las decisiones de los demás grupos, pero esto también era cíclico, parecía que tener el poder de dividir las cosas los hacía sentirse superiores, pero en algún momento parece que empezaron a darse cuenta de que este sistema de organización no les resultaba, y como eran concientes de que el “poder” era, también, cíclico, intentaron cambiar algunas cosas, pero como todo era dividido, decidieron empezar a agruparse, formando relaciones simbióticas entre agrupaciones distintas y como no podía ser de otra manera, estas nuevas agrupaciones se corrompían por las diferencias que ya se habían encargado de crear. 
Entre los miembros de un grupo seducían a integrantes de otros grupos, que a su vez seducían a otros miembros de otros grupos, era inexplicable, pero separaban todo de una manera asombrosa, luego creían que habían inventado un sistema al que llamaban democracia, en el cual votaban para elegir a sus lideres y decisiones importantes dentro del grupo, pero este sistema democrático los hacía separar incluso entre miembros del mismo grupo, pero a ellos no les importaba, igual insistían en todo lo que continuaba separándolos, aprendieron a separarse desde que nacieron, todo, todo, absolutamente todo, debía estar separado, así organizaban sus vidas. 
Desde que abrían los ojos por primera vez, estos simpáticos seres, aprendían a separar, y separarse, desde pequeños le inculcaban la división como método de organización, así eran sometidos desde temprana edad a lo que, curiosamente, llamaban educación; esta educación consistía en un adoctrinamiento, en parte “formal” y en parte “informal”, creían, o querían creer que esta educación empezaba en el seno familiar, y como estaba dividida, luego asistían a instituciones cuyo exclusivo objetivo era educar a estos individuos, incluso estas instituciones estaban divididas en ciclos; en estos ciclos, ellos creían que conseguían criterios de instrucción según etapas, previamente divididas, de aprendizaje, y así tuvieron que desarrollar un método de comunicación; ellos lo llamaban diálogo, pero esta especie es tan particular, que ni siquiera el diálogo era lo que ellos creían, así pasaban toda su vida, utilizando el diálogo como instrumento de comunicación, y la división como instrumento de organización. 
Durante gran parte de su vida ellos asistían a estas instituciones, creían que teniendo un instrumento de organización, y de comunicación, solo necesitaban de un ámbito en el cual poder ejercitarlos, y así, estas instituciones, tenían su razón de ser, que consistía en el ejercicio, de lo que venían aprendiendo de pequeños, y potenciándolo cada día más, creían que esas relaciones que creaban en estos ámbitos, era el éxito pleno de lo que ellos llamaban socialización. 
Y cuando este proceso empezaba a agotarse, se empezaba a entremezclar con otro más amplio que se basaba en las relaciones generales, es decir, interactuar con el resto de los individuos; pareciese quizás, que necesitaban comprobar que la división les funcionaba, y quizás por eso es que se relacionaban con el resto de los individuos, para poder luego establecer divisiones entre ellos, y así fue que tenían lo que parecía ser una disciplina; era algo así como la sustentación de sus hábitos, o costumbres, y así trataban de mantenerlo durante toda su vida, aunque no podían intentar no dividir este sistema que lo conocían con “rutina”, como opinión personal, si es que se me permite, puedo decir que esta actitud contradictoria pudo haber generado un quiebre importante, pareciera que la evolución hubiese sido detenida por alguna circunstancia incomprensible para estos seres. 
Creo que eso es todo lo que puedo decir de esta cultura, espero haber sido lo suficientemente específico, creo que eso es lo más importante, y aunque sospecho que mi informe no ha sido muy valioso, tengo la esperanza de que la comprensión ilumine vuestras mentes, para finalizar puedo agregar que este lugar tiene un aroma especial, la superficie es un poco extraña, la atmósfera es pesada, lo que parecía agua ahora es de color rojo, lo que parecía tierra también es de color rojo, es extraño pero todo esta teñido de rojo, todo está desierto, solo quedan ruinas de tecnología, no aparecen más que ruinas de cultura, ni siquiera rastros de lo que ellos, inocentemente, llamaban civilización, no se como explicar su extinción, solo puedo afirmar que fueron un pueblo inocente. 


“El” (enviado en misión especial) 

*** 

Nuestro hogar, sin tiempo, ni espacio 
Sr: Enviado especial comunitario 
Presente 

Así como el universo necesita del sistema solar, nosotros necesitamos de ellos, nuestra civilización es antigua como la antigüedad, en aquél entonces la crisis había superado la comprensión de nuestro supremo padre, y la comprensión, también, del resto de los padres del concejo, fue entonces cuando con mucha sabiduría se decidió crearlos, el plan era muy ambicioso, y nada fácil, las probabilidades estaban absolutamente todas en contra, pero quizás la necesidad, haga que las cosas salgan mejor de lo esperadas, de todas maneras lo que se esperaba en ese momento era un gran fracaso universal, y el hecho de perder no era importante sabiendo que todo estaba perdido de todas maneras. 
De todas formas, la extinción estaba acechando nuestra comunidad, y como se sabe, nuestra forma de vida es la comunidad, como nuestro supremo padre lo dispuso, y como el resto de los padres del concejo lo aprobaron, este sistema era la nueva alternativa a la vida, cuando todos los demás sistemas ya habían fracasado esta fue la única opción que quedaba, la comunidad tiene muchas ventajas, nosotros, por ejemplo, como comunidad, sentimos, pensamos, creemos, y existimos por igual, porque la comunidad se dedicó desde tiempos inmemorables a compartir, y así es como funcionamos, todos somos uno, y uno, somos todos. 
Empezamos a manejar nuevas y excelentes funciones colectivas que no sabíamos que existían y todo comenzó a encajar si necesidad de prótesis externas, pero en el universo, como bien sabemos, no existe la perfección, y por eso surgió este experimento tan extravagante, osado, y ambicioso: la creación de un nuevo sistema. 
El objetivo principal era tentar a la evolución para que desarrolle una forma de vida que sea capaz de organizarse por si misma, para estudiar sus sistemas, y poder prevenir futuros errores en nuestra colectividad; y todo resultó muy, demasiado, bien, casi como el supremo padre del concejo lo había dispuesto, primero fue una estrella, luego, mediante la ejecución del sagrado plan, fueron muchas estrellas, planetas, satélites, y al final un nuevo sistema: el sistema solar, que se llamó así por su gran estrella, el sol. 
Todos los planetas habían desarrollado características que permitieran nuevas formas de vida, pero aparentemente, el tercer planeta fue el más rápido de todos y comenzó este proceso con antelación, y así el experimento se fue acelerando, el supremo padre del concejo, y el resto de los padres, todos los días esperaban ansiosos un nuevo paso de este evolutivo y acelerado planeta, y entonces pasó, cuando juntó todas las características esenciales, apareció la nueva primer forma de vida, y la algarabía colmaba los rincones de la comunidad, y el gran corazón colectivo de nuestra gran comunidad. 
Nuevas formas de vida, fueron multiplicándose, rápidamente el planeta entero se llenó de múltiples nuevas formas de vida, y todas eran fascinantes, todas presentaban características apasionantes, y “la comunidad”, se maravilló con todos estos sucesos, allá en aquél recóndito lugar del universo, y la curiosidad colectiva un día nos llevó hacia allá. 
Si, si, muchas veces fuimos a ver lo que habíamos creado con nuestros propios ojos, no es lo mismo que sentirlo a la distancia, ni que verlo a través de una lente, entonces numerosas veces viajamos, distancias incalculables, y maravillas para nuestra visión, insisto, usted lo está viendo ahora con sus propios ojos y puede detenerse en detalles, y como ya se sabe, desde aquí no lo podemos conseguir. 
De todas maneras, llegamos allá, y fuimos participes de todas esas cosas, el supremo padre observó que de todas las criaturas, hubo una que no se alejó de nuestra embarcación, y así el supremo padre decidió que esta criatura sería dotada por un poder sobre las demás, esa especie, sería la que nosotros usaríamos de espejo, la que le daría la solución a nuestros futuros problemas de colectividad, y entonces el supremo padre decidió darles la condición de seres individuales, y nos fuimos. 
Estas encantadoras criaturas comenzaron a evolucionar y observándolos a ellos y aprendiendo de sus equivocaciones individuales nosotros pudimos mantener nuestro sistema de colectividad, es por eso que es de vital importancia para nuestra sociedad que ellos continúen existiendo en ese remoto lugar, y sigan haciendo humanidades, porque el supremo padre ha decretado que así debe de ser, y el resto de los padres del concejo lo ha avalado, por eso debemos encontrar una solución a los problemas que allí, la evolución, propone, y poder vivir y sobrevivir, aquí nosotros. 
Por otro lado, la distancia propone dificultades, y nuestro mundo, no es más que una gota en este inmenso mar de galaxias, y los poderes del supremo padre, y de “la comunidad” no llegan hasta allí, pero ahora, a través de este medio, tenemos conocimiento de lo que pudo suceder, pero no la exactitud de lo que realmente sucedió, por eso el concejo no tardó mucho en proponer una comisión que vigile de cerca de esos encantadores seres, aunque sea riesgoso, para su evolución, ya que las misiones esporádicas que se encargaban de esto, lamentablemente han fracasado, y de nada sirvieron las visitas que con tanto cuidado se hicieron a ese planeta, incluso, tengo entendido, que estaban a un paso de tener el conocimiento específico y verdadero, de que lo que ellos supusieron durante mucho tiempo, era realmente verdad. 
Así que, como portavoz del concejo, se me ha encargado comunicarle que entendemos perfectamente su informe, y queremos recordarle que no existe el fracaso cuando nada queda por perder, es por esto que le pedimos que los vuelva a crear, tal como eran, con su capacidad de individualidad, y que estudie la manera, y encuentre la forma de que no vuelvan a extinguirse, por el bien de nuestra sociedad, y por el bien de la colectividad. 
No dude en pedir los recursos necesarios, no importa la distancia, no importan los recursos, y no importa el tiempo, nada, en este momento, es más importante, que contar nuevamente con estas criaturas; espero nuevas noticias suyas, y todas las propuestas que encuentre. 



PD: “La comunidad” se encuentra abocada a la tarea de crear una última nave con lo que pueda se reciclar de aquí, por el momento, no hay un plan secundario, le recuerdo muy respetuosamente que esperamos su éxito muy ansiosamente, la nave no tardará mucho en estar preparada, y a su entera disposición. 





Nosotros (hermanos y miembros del concejo) 

*** 

Planeta tierra 
(aún no encuentro registros de fechas exactas) 


Sres: Supremo concejo de padres 
Presente 

Puedo comunicar que luego de mi último informe he continuado con mis investigaciones, como me fue encomendado, y desafortunadamente, los resultados continúan siendo los mismos, pero tengo esperanza de encontrar la sabiduría, después de todo, que me permita llegar al resultado esperado por todos; aquí, en este espacio y tiempo, he descubierto muchas cosas, y he aprendido muchas más, no cesan de asombrarme las formas de subsistencia de esta especie, y a cada paso encuentro un nuevo vestigio de sorprendente humanidad. 
Estando entre estas ruinas durante largo rato, encontré interesante una regla biológica de esta especie, como decía anteriormente, su organización, que se basaba en la división, ahora me permite afirmar que la evolución, en este lugar, consistía en el desarrollo de ciertos ciclos naturales, por empezar, el nacimiento, que era cuando uno de estos individuos llegaba al mundo, luego la reproducción, que era cuando estos seres se reproducían entre ellos y finalmente la muerte, que era cuando la vida se les acababa, aparentemente estos fueron los ciclos de la vida aquí; es interesante destacar que ellos intentaron por todos los medios alterar estos ciclos, intentaron con todos sus esfuerzos alterar este orden natural, que ellos mismos dividieron, y así inventaron muchos artificios para alterar los nacimientos, la reproducción, y la muerte misma, quizás el instinto de supervivencia fue el que hizo que estos seres intentaran postergar la vida de cualquier forma. 
Por eso, volverlos a ubicar en este planeta, no me parece que sea un trabajo complicado, y así se me ocurre, por ejemplo, que un método interesante para poder conservarlos sin que se puedan volver a extinguir, sería pedirle al supremo padre, que además de darle la individualidad como característica esencial, también ejerza su fuerza y poder, para que el proceso evolutivo sea inmediato, es decir, hacer que estos seres lleguen al mundo, y que inmediatamente después del nacimiento, sus progenitores apaguen la luz de sus vidas, dejando así, librado al azar, el desarrollo de los nuevos individuos en un ambiente más amplio de posibilidades, quizás hasta me atrevería a agregar, que se les inserte un nuevo instinto, que además los obligue a dejar un legado cultural que las próximas generaciones tengan la necesidad de salir a encontrar, y así sin contaminación propia, estos individuos crezcan y evolucionen más sanamente. 
Puedo, por otro lado, sospechar que quizás, ese instinto de supervivencia, aplicado a la confrontación con leyes que ellos creyeron naturales, fueron uno de esos desencadenantes de sus ruinas, es decir la investigación consistente, y posterior individualización de componentes, materiales, elementos, y demás, en la búsqueda del quiebre de la naturalidad, accidentalmente, hizo todo lo contrario, desarrollando rápidamente, nuevas formas, y materias con la capacidad de destrucción, y eliminación de ellos mismos, pero eso es solo una teoría. 
Volviendo al tema anterior, encuentro en esta manera, una solución aplicable al problema de su extinción, pero debo confesar, sobreviviendo en este planeta, que he aprendido que la individualidad puede funcionar como forma de organización, siempre que vaya acompañado de una disciplina de esto que ellos llaman rutina, y no hablo en particular de esta especie en general; creo que aquí hay muchas especies que se rigieron bajo este concepto, y muchas de ellas, han sido parte de un ecosistema sano, donde la simbiosis encajó perfectamente en todos los componentes, y considero que esa puede ser una perfecta forma de vida para el resto de los seres que se distribuyen a lo largo del universo. 
Por otro lado, me parece que “la colectividad” es maravillosa, pero encuentro que la individualidad es, quizás, mejor, en muchos otros aspectos, ya que aquí, encontré restos de diferentes posiciones ante un mismo aspecto, y me pareció asombrosamente fascinante, encontré ruinas de expresiones artísticas que confrontaban entre ellas construyendo un absoluto en conjunto, y un parcial individualmente, por lo que me parece que en este planeta es posible que la individualidad, sea solo un nexo, y quizás eso es lo que permite que la división no haga otra cosa más que construir nuevas buenas situaciones, estructuras, o pequeñeces que puedan afectar de manera perpetua a un individuo, y parcial a otro individuo con las mismas características, parece increíble, pero aquí nada parece ser imposible. 
También he descubierto muchos fenómenos increíbles, sensaciones o sentimientos que aquí, individualmente tienen un proceso y un efecto muy distinto al de allá en “la colectividad”, fenómenos como el deseo, el amor, la pasión, y algunos otros, saben de manera distinta, individualmente, y colectivamente, y aquí en la soledad de la desolación puedo entender estos fenómenos de una manera muy particular, todavía no comprendo como sería el ejercicio de estos fenómenos, en cuanto a la sensación oxidada, pero me resultan realmente agradables, y hasta me da la curiosidad de vivirlos en algún momento; pero como dije anteriormente, mis investigaciones han sido arduas, y así como encontré ruinas de estos fenómenos, también encontré restos de otros fenómenos no tan agradables, supe de sensaciones, y emociones violentas, oscuras, y lúgubres, aquí las llamaban odio, envidia, egoísmo, y algunas otras, quisiera investigar como fue que se originaron y coexistieron estos fenómenos tan antagónicos, parece realmente increíble que haya existido todo esto al mismo tiempo, pero definitivamente, aquí, pareciera que nada resultara imposible. 
Finalmente, me gustaría continuar con mis investigaciones, durante un prudente lapso, antes de empezar con el plan inmediato, encuentro que con estos seres hay muchos más componentes que hacen a su razón de ser un poco indefinida, y variable de acuerdo a diversos factores que aún no he podido decodificar, y me maravillan indescriptiblemente a cada instante los pequeños descubrimientos que se diversifican de acuerdo a regiones, alturas, temperaturas, y demás, por eso, continuaré con el estudio exhaustivo de todo lo que hace a este lugar, hasta poder encontrar una indiscutible forma de actuar. 
Por lo pronto me encuentro en la ardua tarea de probar la teoría, de que aquí, las individualidades, procuran construcciones conjuntas, inconcientes (como aquí le llamaban), y a partir de este concepto trabajo con mucha pasión para prevenir la destrucción final “inevitable”, y espero poder llevar noticias alentadoras dentro de muy poco para “la colectividad”. 
Mis más sinceros saludos. 


Profesor “Él”, segundo informe del planeta tierra 

*** 

Nuestro hogar, sin tiempo, ni espacio 

Sr. Enviado especial comunitario 
Presente 

La ausencia de estos seres ha resultado catastróficamente para “la comunidad”, tal es el caso, que ya no nos quedan, casi, expectativas de vida, como usted bien sabe, nuestra organización consistía simplemente en ser el opuesto de lo que estos seres fueron, así lo dispuso el supremo padre del concejo, y así lo avalaron el resto de los padres del concejo; desde los principios de los tiempos, ha sido así, no hubo más que un modelo, único, y universal para que nosotros pudiéramos existir en paz, y perfecta armonía. 
Sepa usted, el concejo, aún sin las fuerzas necesarias, se ha reunido, y los padres han hablado, y resuelto, estimamos que ha sida esta, la última reunión que ha tenido lugar en la historia de nuestra especie, como ve, los recursos se han acabado, y ya nada queda por hacer, pero como miembros que somos de “la comunidad”, tengo nuevamente la misión de hacerle llegar las noticias y ordenes de la misma. 
Se ha resuelto, a través de la sabiduría, y la comprensión de los padres del concejo, que usted a incurrido en su calidad de miembro pleno de “la comunidad”, que la distancia, y la contaminación constante lo ha enfermado y ha perdido su noción de origen, lo que lo lleva a dejar de pertenecer a esta honorable y bien constituida sociedad que formamos todos en “la comunidad”, si bien el supremo padre es el encargado de transmitir las intenciones, y llegar a comprender, entender, interpretar y manejar conocimientos, el resto de nosotros no puede, ni debe intentar hacerlo, porque no tenemos la capacidad suficiente para tales propósitos, y nos limitamos a la convivencia tal como la llegamos a entender colectivamente. 
Debido a la urgencia de nuestra situación, y con la esperanza de que en su carácter de ser colectivo usted cumpliese con la misión de reconocimiento, el supremo padre ha determinado que usted concurra a tan terrible lugar, y ha de pedirle disculpas a través de la misma, pero ahora tanto aquí, como allí, las cosas han cambiado, rotundamente, y el supremo padre ha determinado nuevamente lo que es más conveniente para “la comunidad”. 
Por un lado se dispuso intentar recuperarlo a usted como miembro de esta sociedad, y a tales efectos se ha dispuesto que la última nave que queda en el planeta sea utilizada para ir en su búsqueda, de manera que usted vuelva a existir en “la comunidad” que tanto lo necesita, así como usted necesita de ella, debemos destacar que posteriormente la nave no podrá volver a utilizarse para ningún propósito, ya que solo cuenta con el combustible necesario para un solo viaje de ida, y a través de algunas maniobras, de vuelta. 
Por otro lado, el supremo ha determinado, que después de tantos años de existir en conjunto, y compartiendo emociones, sensaciones, estados, y desarrollos, nos encontramos ante una terrible paradoja; teniendo en cuenta que usted ha existido, y manifiesta abiertamente actitudes individuales, el concejo ha determinado que “la comunidad”, debido al fracaso que representa su situación en ese condenado lugar, debe llegar a su fin, y tal como nosotros la conocemos deberá dejar de existir para dar paso a nuevos sistemas que no demuestren falencias en su funcionamiento; pero también se manifiesta la admiración hacia usted como ser individual, lo que conlleva al supremo padre a ofrecerlo a usted como el próximo padre supremo, ante el concejo. 
Para ir finalizando, se me ha indicado comunicarle, que además de todo esto, “la colectividad”, que tanto peligro corre, debido a la ausencia de aquellos seres que usted investiga, inmediatamente abandonará los esfuerzos por continuar existiendo, y procederá inmediatamente al exterminio absoluto de todos los modos de existencia a través del universo, acabando así, con todos los vestigios de lo que alguna vez fue una organización social, en cada uno de los planetas que orbitan alrededor de sus respectivas estrellas, y acabando también, con el universo mismo. 
Solo se puede agregar que una sensación nueva recorre los rincones de “la comunidad”, y esta hace de todos nosotros seres miserables. 
Sin más, le permitimos que aguarde con paciencia su rescate, y lo saludamos en nombre de nuestro corazón. 


Nosotros (hermanos y miembros del concejo) 

*** 
Planeta tierra 
(empiezo a entender la medición de fechas) 



Sres: Supremo concejo de padres 
Presente 

Después de recibir sus noticias... como aquí le dicen, “la tristeza me invade el alma”, quisiera pedirles a todos, que abandonen sus planes, en todos los conceptos expuestos, abandonen la misión de rescate, el exterminio absoluto, la renuncia del supremo padre; por favor, desistan, aquí, he encontrado nuevas y excitantes experiencias por lo que he estado meditado bastante, y antes de estar completamente seguro, no he querido comunicar, pero la desición de establecerme en este planeta ya ha sido tomada, y la vida misma volverá a nacer. 
Gracias a todos, los informaré de todo lo que aquí acontezca. 

Profesor “El” 
habitante estable del tercer planeta. 




Sucedió pues, que la última especie que quedaba en el universo, tuvo el poder en sus manos y puso fin al universo, todo desapareció, no solo las ruinas, sino también las atrocidades que lo infectaron, desapareció absolutamente todo, pero siempre, de una forma inexplicable, algo queda... 

Invitar café
Volver a página anterior
Continuar leyendo