Cantar es llamar desesperado: es pedir algo que uno quiere y que no se anima, por eso canta, para
pedir sin decir, es ser disimulado, es más violento, es más eufórico, es más
romántico, es muchas cosas más, pero, en realidad el que pide no es uno, el que
canta no es el que quiere, pero el que quiere no es el que pide, es la única
razón más o menos decente que se me ocurre para que los buenos muchachos hayan
censurado a diestra y siniestra, la música capaz de decir cosas que
simbólicamente no convienen a la denominada masa, pero como toda masa, esta se
deforma, los años transcurren sin cesar y la música también se deforma, la
censura se deforma, y lo único que no se deforma finalmente es el sol, antes se
expresaba la rebeldía con música, un medio, si se quiere, alegre, la alegría se
fue transformando, en rabia, en euforia, y hoy esa rebeldía, finalmente se
transformó, de tan grosero modo que la libertad, antes buscada con tanto
esmero, hoy es regalada, y los que creen que son libres por poder expresarse
cantando, no son más que inofensivos pobres muchachos, que no pueden rebelarse,
no depende de ellos, si a x le regalan su libertad, para que esta lo mantenga
ocupado y no le preste atención al dedo que le meten a su madre, en realidad el
no ganó su libertad y no es más que una simple, vulgar y pobre marioneta, que
no causa otra cosa que lástima, a ellos y asco a nosotros, a los que comenzamos
el arte de la rebelión y luchamos tanto, que finalmente, gracias a tanta
traición, fue en vano, las melodías hablaban, las letras solían cultivar,
tantos sentimientos que no cabían en un solo corazón, pero siempre fue así, el
hombre es inteligente, la masa es tonta, y los hombres que quedaron, quedaron
solos, abatidos y sin ganas, la masa continua, es eterna, eternamente tonta,
¿Qué dirían aquellos? ¿Qué fue de todos nosotros? ¿Para qué? Hace muchos
siglos, como diría mi anciano padre, “allá lejos y hace tiempo” se acostumbraba
a festejar las cosechas, con una suerte de baile generalizado, con pompas,
caravanas alcohol en exceso, muchas mujeres y música popular, lo que finalmente
mutó en comparsas, para nuestros ancestros y murgas para la masa, hoy en día es
común ver padres que inculcan a sus hijos a participar en tal tipo de
denigración humana, como los tiempos cambian y ya no hay cosechas para festejar
mal aprovechan la ocasión para pretender que manifiestan en contra de una
ideología y/o, ellos sabrán que, esta pseudo manifestación ha degenerado,
inevitablemente, y resulta muy difícil, encontrar ya, medios auténticos de manifestación
popular que puedan identificar a cierto sector que tenga verdaderamente motivos
para manifestar, así que ahora nosotros nos encontramos atrapados en la vereda
del medio, la que no pertenece ni a aquí, ni a allí, y vivimos manejados por el
comportamiento de ellos, y por la risa y la satisfacción de los otros, el
mensaje es verdaderamente muy simple, de ninguna manera pueden manosear nuestros
medios cuando realmente no son auténticos, no son como nosotros, no son
originales y no son rebeldes, y gracias a ustedes, ellos continúan riéndose y
es mejor morir estando en contra a pertenecer a un movimiento indigno, y es por
eso que esperamos que se pudran, porque jamás serán como nosotros, y fue así,
porque Él lo quiso, porque “hubo pueblos y países y hubo hombres con memoria”.
Moraleja hoy tiene ausente, la palabra moraleja deriva de Moral, pero esta
situación carece totalmente de moralidad, y hay muy pocas cosas razonables y
aprovechables, ejemplo, “El fin justifica los medios”, pero los medios, nunca,
de ninguna manera pueden ser los fines, el dinero es un medio, no es un fin, un
medio para determinado fin, parece que fin fuera el medio y medio fin es como
nunca acabar, y como dice el refrán “quién mal anda mal acaba”.
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