Debo seguir: porque escribir es lo único que me queda, solo somos
mi música, mis palabras y yo, ahora me acuerdo que bien le puso de título
“Crónica de una soledad compartida” a aquella novela, en algún papelucho dice
que nací a las 4:00 de la mañana y desde que me enteré me pregunté si tendría
algo que ver, con este insomnio, que parece perseguirme a través de los años. No encuentro explicación al porque de mi violencia las noches de luna llena, y
siempre me pregunto si mi horario de nacimiento tiene algo que ver. Por
supuesto que todavía no tengo la respuesta, pero si la tuviera ¿Qué podría
hacer para cambiarlo? Es otro de los grandes misterios que no valen la pena
develar, por otro lado, creo saber que mi soledad está relacionada con estos
sucesos, ya que por la noche la luna reina con todo su esplendor, pero sola, o
algo por estilo, honestamente mucho no me preocupa, siempre me resultó, honesto
ser yo mismo, pero la verdad es que casi nunca logré serlo, siempre fue difícil
poder ser lo que soy, existe algo de mi personalidad, que no es bien visto por
casi nadie, mi frontalidad, por lo general siempre terminó hiriendo a mucha
gente, y la verdad es que más que ser frontal, creo que debo ser muy cruel, la
parte divertida es que siempre que intenté ser cruel y no tuve éxito, y sin darme
cuenta causé muchísimas heridas, podría decirse que soy un fracasado a
propósito, y un ganador sin darme cuenta, pero ¡Qué crueldad! A veces me
asombro de mi mismo, y no entiendo que es lo quedó de aquel soñador, impulsivo
y romántico que alguna vez fui, cada día me convenzo más de que soy lo que el
destino ha hecho de mi, ni más, ni menos, creo estar condenado, pero mi condena
es mucho mas dura que cualquier otra, pueden quejarse de los trabajos
comunitarios, pueden quejarse de los trabajos forzados, pueden quejarse de las
minas, pueden quejarse de la cadena perpetua y hasta pueden hacerlo con la pena
de muerte pero yo estoy condenado a la vida, y los que la conocen saben que es
peor, no estoy hablando de autodestructividad, estoy hablando de vivir y morir,
siempre fui un tipo de buscar verdades, inocente de mi que nunca busqué los
hechos, las verdades, en realidad son una sola, si, solo hay una verdad, no hay
dos, ni tres; solo una, y nadie la tiene, en cambio muchos tenemos muchas
mentiras, mentiras que creemos verdades, y no son otra cosa más que miserables
mentiras, que no podemos esconder porque somos mentirosos por naturaleza, y
nunca dejaremos de decir nuestras verdades, que en realidad son una mentira.
Como la verdad es que estoy mintiendo, probablemente diga la verdad, es
decir: menos por menos ¿Cómo puede ser
que el resultado sea positivo?, y como no tengo respuestas, y solo tengo
música, palabras y soledad, lo único que puedo contar (en voz baja) es que los
grandes misterios, solo tienen una simple solución, y el tren que pasa todos
los día a las 23:00 Horas por la estación 25 de Mayo, nunca pasó cada 24 horas,
no se dejen engañar, podría argumentar cualquier cantidad de barbaridades pero
solo voy a nombrar una, la verdad de todas las mentiras, es que detrás de una
mentira se esconde una verdad (¡Chico listo!) pero la verdad está relacionada
con el estado sexual, de una criatura que no se sabe cual es su naturaleza, la
verdad es que las religiones no esconden mentiras, somos nosotros los que
llevamos las mentiras dentro, y una mentira es que todas las religiones tengan
la verdad, y esta criatura ¿insatisfecha? está manejando el estado moral, el
tiempo, y otras cosas importantes como por ejemplo que todas las mujeres aman
eternamente hasta que dejan de amar, los hombres juran honorablemente hasta que
pierden el honor y el viejo Belcebú camina los domingos por las calles de
nuestro barrio sin ser descubierto por ninguno de nosotros, y llevamos a
nuestros niños de la mano mientras el nos acecha, dicen los hombres “Amén” y
por otra parte el verano acabó y la primera ya no volvió, si me hubiese enojado
en París alrededor del 1600 diría Diantres, pero me enojé mucho antes, y aún
sigo enojado tanto tiempo después.
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