Anduve
andando y andando: y ahora es especial el
lamento, ya no es como el de antes, ahora es el llanto sentimental… el de
verdad. Emoción y reflejos, espadas, magos, viento, sangre y arroz. Dos mil
veces, dos mil veces más y nunca más. Ver y no creer. Espacios, vacíos, espacios vacíos,
vacío y un espacio. Un colectivo, un propio y un abstracto, uno de un año, uno
del año, del jueves hasta el domingo, la sangre y él paseando en el pasado, de
paso pasamos un paso.
Un escalón, un juego, una suerte, una fortuna y
uno, el azote, llevar y no traer, agonía y pobreza, cosas que hacen falta hacer, porque se acaba,
es menester, primordial, imprescindible, hogueras ahogadas ¿Energía? Muerte,
sabor, sazón y sin calor, arcos, vientres, medallas, lujuria.
Sin timón, a la deriva, hasta el fondo del mar…
Humedad, miserias. Eso que nadie quiere cargar, tu vergüenza, tu conciencia, y
una malaria, peste y fiebres ¿Enfermos? Muertos sin camino, sin rumbo, sin esperanza,
total, final, esculturas ¿Es cultura? Acciones, ácido, fláccido, así no ¿Cuatro
es cuatro? Cuatro son cuatro, imbécil,
avaro, egoísta, perdedor. Tristeza e impotencia, sin paciencia, nervios, acero,
metales y uno ahí, dorado, brilloso, fatal, mortal, y mucho más. Necesidades
innecesarias, una. La muerte. Sigo, la vida. Deseos, pasiones, no hay tiempo,
tratados y tratos, se sabe que estaré vivo ese día que no llega, pero encenderá
alguna vez, psicosis, psicópatas, mitos y leyendas verdaderas, mentiras
utópicas, y un cable.
Páginas, imágenes, acaba, comienza, termina y
va otra vez, una oportunidad, y ya no hay más, y ya no queda otra, para todos,
para especies, para placeres, para crecer, para creer, para ser, ¿Para qué?
Para llegar a morir, a morir o a vivir, por eso sé que ese llanto no es en
vano, esas lágrimas no llevan sangre porque sí, es verdad, nunca lo supe, ahora
entiendo, es verdad, dos mil veces verdad, desde aquel jueves hasta aquí,
siempre fue verdad, siempre estuvo, nunca dejó este lugar, por eso sus
lágrimas, por eso… desde ese perfume,
desde esa mirra, desde aquél monte, desde esos olivos, todos estos años, dos
mil veces, no una, dos mil.
Ahora el tiempo que se va acabando, y tantos
años, tantas heridas, tanto camino, tanto sudor, tantas lágrimas, tanto llanto,
y recién ahora entiendo. Ahora, que ya es tarde, ahora que no puedo explicar
nada, porque no me queda tiempo y porque la contaminación ha hecho demasiado,
porque es más fácil conseguir un cerebro contaminado que una moneda verdadera,
pero seguiré hasta el final, que ya está por llegar, seguiré hasta terminar,
seguiré porque para eso estoy, porque el remedio fue la enfermedad, y el medio
se transformó en un fin, y la naturaleza se transformó en adicción. Las
murallas hoy son ruinas, las ruinas ya son lo que solían ser mañana, el año es
el de siempre el mes es decero, y el día sigue siendo jueves, porque no va a
cambiar hasta que no gire otra vez como antes, el lobo sigue suelto y los
corderitos andan pastando, Michell, Michael, Mijail, Miguel, Gian, Jean, John,
Jon, Iván, Juan, todos son los mismos, aquí o allí, la historia se repite, como
ayer, como mañana, como hoy, como hace dos mil años, hasta el fin.
Terminaré, como debí hacerlo, como acaban las
cosas que no tienen sentido. Sentiré que terminará, y acabaré sin sentir, dos
mil veces, dos mil veinte veces, como si la sangre se hubiera lavado, como si
lo hubiese hecho dos mil veinte veces cada vez, cada vez que la tierra drene sangre
en vano.
Nota: Lamentamos informar que acabamos de
recibir este artículo, con una carta de despedida firmada por El Articulador,
intentamos averiguar algo con respecto a su salud, o algún motivo que lo haya
llevado a despedirse y los médicos nos indicaron que habláramos con sus abogados, al intentar comunicarnos
con estos, nos comenzaron a llegar amenazas de bombas en nuestras oficinas, por
lo tanto hicimos la denuncia y nuestro abogado nos informó que El Articulador
acababa de pedir la eutanasia, ahora sabemos lo que es y lo que no es estar, en
fin, El Articulador alegó que el único sentido de su vida era continuar
publicando sus artículos para nosotros, pero temía las consecuencias, Gracias
Articulador!!! Y a la madre del que nos llama por teléfono para reírse y cortar le mandamos
un cordial saludo.
El Editor.
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