Poema XXI




Confieso que la extraño,
¿Cómo no he de hacerlo?
Si sus ojos fueron dueños
De mi amor verdadero.
Y confieso que la amo
Aunque no esté más a mi lado,
Y si la lluvia se ha llevado
La luna, sola, me ha quedado.
¡Tan cobarde fuiste al irte!
Y dejaste mi amor sangrando…
Esa noche que fue tan triste,
Aún en sueños me sigo lamentando
Los astros brillan fijos
En la noche azul de verano
Y mientras mis páginas iluminan
Me pregunto cuanto te amo.
Las lágrimas caen y mojan,
Y el vino mis venas va llenando,
Y tirado en nuestra alfombra
Aún te grito que te amo.
Y escuchando nuestro disco…
Por mis versos te lo pido
¿Fui sólo un falso juego?

¿Es que ya he quedado en el olvido?