Comportamiento Humano Volumen 0.2



LA FILOSOFÍA DE LA MODA





Hoy Vuelvo a escribir: Otra noche transcurre en la ciudad, esta noche, pero el articulador no descansa, en cambio una tremenda jaqueca, como de costumbre, aqueja a quien suscribe, pero a pesar de eso, no puedo silenciarme, seres de otros planetas abruman mi inconsciente, terrícolas desafían mi poder-derecho de elegir, este fin de semana el cansancio agobia mis sentidos, la música que ayer recordaba pequeños dulces y lejanos momentos, hoy no lo consigue y el tiempo se mezcla, con el lugar, no se si preguntarme ¿Qué día es? ¿Dónde estoy? O ¿Cuándo Soy?, pero la verdad es que ni siquiera me importa, la verdad es que solo lo menciono con la cruel intención de molestar a su poder de razonamiento, nunca voy a dejar de hacerlo porque estoy acá para eso, mis dedos fueron creados para meterlos adonde más molesten, hoy pensé “las palabras ya no vienen a mi, debo ir tras ellas” sorpresa, primer sospechoso tildado, me dejó sin palabras, no es nada satisfactorio buscar palabras, y como si esto no fuera agotador, el probable portador, que por casualidad era una terrícola hembra, no consiguió darme ni una de mis palabras, la vida de un iluminado en este mundo tan oscuro es bastante complicada, se mezclan todas las cosas y resulta muy improbable conseguir alguna cosa que no haya sido inhumana, En este caso el deporte; supónese de aquella actividad física que agota energías favoreciendo el desarrollo muscular del deportista, podría decirse que es la suerte de revancha que nos dá “X” para poder cambiar la anatomía que la naturaleza nos ha, tan desinteresadamente, regalado, no sé cuales serán las opiniones pertinentes en la materia, pero siempre es preferible agradecer, por feo que sea un regalo, a desear algo que nadie nos va a regalar, pero por otra parte ¿Por qué no hacer un pequeño cambio? ¿Es necesario? Es realmente bastante el desperdicio que se consigue, fíjese usted en los siguientes factores: el tiempo que se pierde al realizar la actividad, el dinero que se invierte en ir a parar a un establecimiento mas o menos digno, el riesgo que se corre de lastimarse algún ligamento que ya ha dejado de crecer, el riesgo que se corre en las duchas de dichos establecimientos (dignos o no), y por último el dinero que se gasta uno en las salidas con su nueva conquista en el lugar del desarrollo de esa maldita actividad física, uno pone todo su esmero, invierte el dinero de la cooperadora de la escuela de sus hijos con la miserable intención de arruinar una obra maestra de la naturaleza, para que al final de cuentas su entrenador personal le diga “Hacete una cirugía acá y allá y teñite de algo “Savage” y vas a estar esplendid” , evidentemente en la escuela de entrenadores personales desarrollan todos los músculos excepto uno, si, ese que a usted le falta, el cerebro, honestamente! Entre nosotros, no tiene sentido nada de todo esto, pero como decía una novia mía, “Si te vas a meter no me despeines” tiene tanto sentido como una explosión de mariposas en un inodoro poseído por el espíritu de Giani Lunadei, ¿Cómo conseguir su atención? No se me ocurre nada para conseguirlo, debí dejar el gimnasio a tiempo, ahora ya es tarde, ahora yo me funciona el cerebro, el pelo se me cayó de tanta tintura, mi rostro no parece otra cosa que un moco en estado de arranque de entre las fosas nasales y los dedos, en cambio tengo duro hasta el pelo del agujero menos iluminado de mi ser, y la península de fábrica, ya no me funciona, pero no es tan desesperante, gracias a todo esto ahora conseguí un trabajo digno, el cual no requiere ningún tipo de nivel intelectual, soy entrenador personal, que es lo único que puedo hacer ahora que el cerebro no me funciona más, la primera clase es totalmente gratis, la segunda si traes muchos hombres te la regalo, y si mi peluquero vuelve de la beach, te consigo una peluca para cuando estés esplendid.

Nota: El articulador acaba de quedar atrapado en un instituto psiquiátrico, fuentes fidedignas aseguran que el trabajo anterior le ha sido confiado por un profesional de esta área, igual creemos ciegamente en su doctor.                             

El Editor


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